La termografía detecta problemas en el equipo

Termografía portátil en ambientes de procesos automatizados

A menudo, la automatización ofrece ventajas notables en el ambiente competitivo de nuestros días: en algunas industrias es prácticamente un requisito para permanecer en el negocio. Desafortunadamente los seres humanos todavía tienen que crear una máquina o un sistema que funcione perfectamente en todo momento. Todos los sistemas automatizados necesitarán de mantenimiento en un determinado momento. El dicho “la cadena siempre se rompe por el eslabón más débil” ahora es más cierto que en los sistemas de automatización altamente complejos y de alta tecnología. El eslabón más débil puede ser una parte de la operación que considera tan insignificante que no tiene sensor de supervisión fijo.

La ley de Murphy dicta que “todo lo que pueda salir mal, saldrá mal”. Con todos los componentes que se incluyen en un sistema automatizado, este parece ser el caso. Una vez que entra en un entorno de proceso automatizado, el riesgo de posibles fallos aumenta.

Afortunadamente, hay un instrumento que permite evitar que la ley de Murphy se haga realidad: la cámara termográfica portátil.

La termografía portátil puede ayudarles a usted y a su equipo a mantener los sistemas automatizados y, de manera proactiva, a mantener en excelentes condiciones de funcionamiento sus motores, controles, cintas transportadoras, rodamientos, cadenas de transmisión y otros equipos automáticos electromecánicos. Particularmente en los entornos de procesos automatizados, las imágenes térmicas portátiles se pueden utilizar para detectar fugas, bloqueos y para estabilización en recipientes sellados, tubos, sistemas de vapor o de intercambio de calor y capturar lecturas de temperatura de procesos. El nivel de precio de esta tecnología es apenas una fracción de lo que era hace algunos años. Las cámaras termográficas portátiles más nuevas son más resistentes, más fiables y más fáciles de utilizar que nunca.

Prácticas recomendadas de medición:

  • Verifique que los objetivos del equipo electromecánico estén funcionando a un mínimo del 40 % de la carga. Las cargas menores no producen suficiente calor, lo que dificulta todavía más detectar problemas.
  • Dentro de la zona de seguridad, acérquese a su objetivo lo máximo posible. (Aunque la captura de imágenes termográficas no requiere contacto, si mide electricidad activa tras retirar las puertas de la carcasa, los estándares de seguridad NFAP 70E se seguirán aplicando. Utilice un EPP (equipo de protección personal) apropiado, trate de mantenerse a una distancia de cuatro pies (1,2 m) del objetivo y minimice el tiempo de permanencia en la zona del arco eléctrico).
  • No intente realizar la toma a través de las puertas: los gradientes térmicos dentro de una caja eléctrica hacen que sea imposible entender el impacto térmico dentro de la caja. Los infrarrojos no traspasan los recubrimientos de protección de cristal o plástico, por lo que deberá trabajar evitándolos.
  • Si realiza la inspección desde el exterior, tenga en cuenta el viento y las corrientes de aire, dado que podrían enfriar algunos puntos calientes anómalos: tenga en cuenta las temperaturas ambiente y tenga cuidado con la carga térmica (calor del sol).
  • Recuerde que no todos los problemas se indican por medio del calor excesivo. En un sistema de refrigeración, el flujo restringido se puede indicar mediante una lectura más fría de lo normal.
  • Cuando se trabaja con activos de baja emisividad, considere las fuentes de radiación infrarroja reflectiva.
  • Con activos de tendencia, es importante tener cargas consistentes para capturar datos de temperatura precisos a lo largo del tiempo.
 

Fuente:

Fluke

¿Te gustó? ¡Compartilo!

¿Te gustó? ¡Compartilo!

Menú